Es nuestra oración ante el Santo, Bendito sea, que podamos contribuir con ello al Tikún Olam, a la rectificación del mundo, pues son muchas las chispas de luz, las nitsotsot shel or del Mashíaj que deben ser rescatadas de la klipá en la que quedaron sumidas en el seno de las diferentes tradiciones religiosas, pues nos enfrentarnos al hecho singular de que las palabras Yeshúa tuviesen su arraigo en un contexto étnico y cultural tan diferente al del Personaje, pues el mundo greco-romano, que se hallaba inmerso en el paganismo y la corrupción moral, no solo era la antípoda del judaísmo, sino también sus declarados enemigos. Y, por desgracia, este fue el sustrato en el que tuvieron su desarrollo.

Otra cuestión que se hace imperativa a la hora de estudiar los Escritos del Nuevo Pacto es la aprehensión de sus enseñanzas en sus cuatro niveles interpretativos: el pshat o sentido literal, el remez o insinuación, el derash u homilía y el sod que es el secreto. Y sobre esto podrá encontrar información en nuestro curso LOS CUATRO NIVELES DE APREHENSIÓN DEL MESÍAS.

Querido amigo, no debe conformarse con la “leche” de los conceptos superficiales, su alma necesita ser nutrida con la “vianda” de los profundos secretos de santidad de las palabras de Yeshúa y Sus discípulos, y a esto se aplicaría lo dicho:

“Esos estudios simples de la Torá que son como árboles secos, (pero) los misterios de la Torá son como árboles verdes”